Un sueño que no quería ser soñado
Había una vez un sueñito que estaba en un rincón de una habitación oscura, solo, sin nadie a su lado.
Pero una vez, una niña le dijo "¿Quieres que te sueñe?".
A lo que el respondió:
-No, porque entonces desapareceré- y se dio la vuelta.
La niña, triste, se sentó con el.
Había lágrimas en sus ojos.
-¿Porque lloras?- Preguntó el sueño, preocupado.
El había visto a tanta gente pidiéndole que le dejaran soñar...
Les había visto crecer... Pero nunca disfrutar...
-Lloro por toda la gente que no ha podido soñar- respondió la niña.
Entonces el sueñito vio en sus ojos un destello de tristeza.
Cosa que le hizo reaccionar.
-Esta bien, te dejaré soñar- dijo dándose cuenta de su gran error.
-¡En serio!- dijo la niña, que en ese momento lo abrazó.
-Si, pero tendrás de escribir lo que sueñes, para que así, la gente que no pudo soñar conmigo, lo hagan contigo.
Y en ese momento la habitación se volvió clara.
Pero el sueño había desaparecido.
Unas palabras resonaban en la cabeza de la niña:
"Nunca es tarde para soñar..."
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