Un caso enigmático.
Delante de mí, sostengo el retrato que he pintado de una niña japonesa, siguiendo el modelo que mi profesora de pintura me puso.
Creedme, me ha costado muchas horas de esfuerzo.
Pero lo curioso del caso es que, una vez terminado, no se parece al modelo. Tiene su propia personalidad, y su mirada, como dice mi madre, te sigue allá donde vayas.
Por eso, la he bautizado Okiku.
This is a way cute picture! Email me @ juliajgreen@gmail.com !
ResponderEliminarwow!! Sin palabras!! Esta wapisimo como siempre. Besitosss
ResponderEliminar