¡Hey, espérame!
-A ver si nos vemos algún día…
-Tu en tus estepas y yo en mi espacio lejano- dijo el niño de pantalones rojos a la niña.
Después se levanto, cogió sus maletas, y se marchó con un globo rojo hacia sus lejanas galaxias.
-¡¡Pero si ni siquiera se ha acabado el té que le he preparado!!- dijo la niña.
Dicho eso, cogió su maleta y se marchó hacia las estepas y colinas naranjas.
Pues… ¿Por qué los sueños no se pueden juntar si son tan grandes?
Porque los sueños son caprichos individualistas, convertidos en sabias lecciones de imaginación y voluntad.
Mueven millones, por un uno.
¿Qué sería de nosotros sin los sueños, esos cuadros contemporáneos y series extravagantes?
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