Viaje a la ciudad de la luz
Bueno, puede que vaya con retraso, ¡¡pero aquí esta el relato de mi cumpleños!!
El día 7 de Octubre, mis padres me despertaron a las 5 de la madrugada para felicitarme por mi 13 cumpleaños y me anunciaron que íbamos a pasar el día fuera. Por la autovía de Castelldefels, recibí la llamada de mi hermana Carol y me hizo preguntas, de las que adiviné nuestro destino.
Paris, ¡qué sorpresa, no me lo podía creer!
Salimos de Barcelona a las 8.15 h. Un día muy claro de Octubre y llegamos a Paris a las 10 h, hacía un día lluvioso.
El Aeropuerto de Orly nos pareció pequeño y viejo en comparación con el de Barcelona, pero en poco rato teníamos nuestro equipaje y partimos, en coche de alquiler, directamente hacia el Museo de Orsay donde pude apreciar muchas pinturas reconocidas y pintores muy famosos, como Renoir, Monet, Gauguin, Van Gogh, Tolouse-Lautrec y otros más.
Por la tarde, nos fuimos al Aparta-hotel donde estaríamos los 5 días. Era un apartamento muy agradable desde donde divisábamos la Torre Eiffel y algo del rio Sena.
Por la noche, hicimos un paseo nocturno, en coche, por la ciudad para ver sus hermosos edificios iluminados. Fuimos a cenar a un pequeñito restaurante, frente al Museo del Louvre, que parecía sacado de una vieja película. Fue la mejor cena en París.
El segundo día, recorrimos todo el Museo del Louvre, con un espacio Egipcio impresionante. Me gustó mucho la parte dedicada a Mesopotamia. Las salas de pinturas están divididas por países. En la de España, están Velázquez, Murillo, El Greco y otros. También estuve en la sala de la famosa Gioconda de Leonardo Da Vinci.
Ya de nuevo en París y al anochecer, dimos otro paseo, por la ciudad de la luz y vimos, por fuera, el Moulin Rouge, pero para verlo por dentro, tendré que esperar unos años más… Después de cenar, nos fuimos rendidos al hotel.
El tercer día, fuimos al encantador barrio de Montmartre, en la cumbre de la colina donde se encuentra la Basílica del Sacre Coeur y la Place du Tertre, cuna de los pintores impresionistas, donde comimos. Recorrimos sus calles, disfrutamos de las actuaciones de aficionados, que lo hacían fenomenal y de la maravillosa vista desde la Basílica. ¡Un lugar mágico!
Por la tarde, estuvimos en las Galerías Lafayette y, por la noche, fuimos a ver la torre Eiffel, que tenía una iluminación muy hermosa por el nuevo milenio.
El cuarto día, a primera hora y después del “petit déjeneur”, visitamos la Torre Eiffel por dentro y , desde lo más alto, hay las vistas más espectaculares de Paris.
A continuación, nos fuimos en coche a Versailles, el antiguo palacio del rey. Nos dedicamos a visitar el Palacio con la historia de Luis XIV, XV y XVI, a través de esas magníficas pinturas, tapices, relojes y mobiliario. Al mediodía, comimos en un restaurante muy típico francés y, por la tarde, volvimos al Palacio para visitar los jardines y fuentes envueltos de una música que te transportaba a aquella época.
Por la noche cenamos en el Bateau mouche recorriendo el Sena y viendo los maravillosos edificios iluminados.
El último día, de nuevo,¡ otra sorpresa! Me llevaron al Parque de Astérix y disfruté muchísimo subiendo a las atracciones más atrevidas con mi madre. De regreso a Paris, estuvimos viendo las instalaciones del Tenis Roland Garros, donde están las placas de los ganadores en los trofeos anuales y las 4 últimas están dedicadas a Nadal.
¡Ha sido un viaje de ensueño!
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