A mi Monita

Ultimamente ha sido una semana muy, muy triste para toda mi familia.
Ahora, cuando ya han pasado 6 días tengo valor para contarla.

Para mi eras una hermana,mi alegría de cada día.
Por la mañana venías a mi cama y me dabas lametazos moviendo la colita.
¡Te hecharé muchísimo de menos Monita!
Recuerdo que siempre querias estar con nosotros, y que te encantaba perseguir a los pobres gatos.
Por eso al volver y ver que ya no estabas entre nosotros me hizo llorar como nunca he llorado.
Monita, eres y siempre serás mi hermanita, aunque la gente diga que no puedes porque eres una perra. Tu siempre estaras ahí, cuando llore, tu siempre me haras mimos para que me anime, cuando nos pongamos el bañador, tu saltaras de alegría porque sabes que vamos a la piscina, cuando vayamos al mini-cine tu seras la primera en llegar para ver una peli.

Se que estabas sufriendo y que era egoista intentarte retenerte.

Visita a OtaKristmas II y góticos
Ayer por la tarde, fui a un pequeño evento manga de Barcelona llamado OtaKristmas II en el Espai Jove Bocanord de Barcelona.

El sitio era enano.

iY puestas así las espectativas, decidi ir sin cosplay, eso si, con mi amigo Alberto!
Al llegar vimos que era más grande de lo que esperábamos y había mucha gente...


¡Pero la mayoría eran góticos!
Y vosotros os preguntais: ¡¿Cómo es que hay gente gótica en un evento manga?!

No puede ser, los otakus no somos góticos, ¡simplemente nos gusta el manga!

A mi me asustan las calaveras. ¬¬

Durante la primera hora en el evento Alberto y yo estuvimos viendo el concurso de Para Para, el campeonato de Pokémon, la exposición de Dollfies...Y nos aburrimos mortalmente.

Por eso decidimos ir a hacer un de los talleres que se anunciavan, y el rececionista nos dijo que estaban en la planta de abajo.

Y allí fue la catastrofe, cuando al bajar me encuentro con un grupo de niños que estaban haciendo un circulo.

Ellos al verme se giran hacia mi.

Al verme presa por la mirada de 40 pares de ojos les pregunto:
-¿Qué hacéis?
Y al decir estas palabras, toda la multitud se puso a reir, y noté cómo se me sonrojaban las mejillas.

Me giré para buscar Alberto, ¡pero él había escapado por las escaleras!

Al subir las escaleras, me encuentro con el y, espontaneamente, nos ponemos a reir como unos posesos, de lo irónica que era la situación, haciendo que todo el mundo se fijase en nosotros.

Bueno, supongo que son tonterías de la adolescencia.

Al salir me compré una figurita de Chii (Chobits).

Al final de todo no ha estado tan mal, y entre una cosa y otra nos reimos mucho.

Bueno, yo ya estoy esperando el próximo evento!