kawaii

domingo, 4 de octubre de 2009

Tamara y yo

Despues de cinco años aprendiendo a pintar en la escuela Cristina Blanch, me ha llegado el turno de atreverme con los innovadores.
¿Y ni mas ni menos con Tamara de Lempicka!La Mujer dormida, de Tamara de Lempika, es un buen comienzo. Pero mi padre me demostró, tomándome una foto dormida, aun convalenciente de una bonquitis, que el concepto no era revolucionario.

Lo que era revolucionario es el frescor de la imagen, sus colores y sobre todo el estilo.
La mar de moderno para su epoca.

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